¿Cuántas de tus prioridades son parte de tu rutina diaria? Normalmente creemos que todo lo que hacemos en el día es importante, pero si alguna vez te has detenido a pensar en lo que haces cotidianamente te darás cuenta que hay muchas actividades que forman parte de tu día que no siempre están sumando a tu bienestar o a algún objetivo en específico.

Nos gusta pensar que dedicamos el tiempo sólo a lo importante, pero cuando reflexionamos sobre lo que hacemos día con día es muy probable que te des cuenta que a veces lo importante termina quedando un poco olvidado. Piensa en todas las veces que has escuchado a alguien decir que su familia es una prioridad, pero cuando observas su agenda te das cuenta que el tiempo de estar con su familia ocupa sólo una media hora de su día, o sólo los fines de semana.
Sabemos que una manera de demostrar que algo nos importa y es una prioridad, es dedicarle tiempo
Sin embargo, cuando nos planteamos una meta o un objetivo nuevo, muchas veces dedicamos sólo el tiempo que nos sobra para cumplirla. ¿Cuántos proyectos propios has dejado para “cuando tengas tiempo”? Es necesario pensar que a lo que dedicamos nuestro día, dedicamos nuestra vida. Eso no significa que no cumplamos con nuestras obligaciones o que no tengamos que hacer lo que es necesario. Sin embargo, si todo nuestro día se va en actividades externas ¿Cuándo nos dedicamos a vivir la vida que se supone queremos vivir? ¿Cuándo nos ocupamos de avanzar en nuestras metas o de sumar a nuestras prioridades?
Las rutinas son poderosas, y pueden jugar a nuestro favor o en nuestra contra
Seguro te ha pasado que te planteas una meta, pero luego no trabajas en ella porque tu cotidianidad te gana y terminas haciendo mas de lo mismo. Cuando queremos trabajar en nosotros, en nuestras prioridades y metas, es necesario integrarlas a las rutinas diarias para que realmente sucedan. Tu día a día crea el camino hacia aquellas cosas que quieres lograr. Ninguna meta se construye de un día para otro, se requiere de constancia para avanzar, para dar cada paso necesario para alcanzar el objetivo que buscamos.
Asignar un tiempo específico a nuestras prioridades es subirlas al escenario de lo que es importante.

Si tu decides que esa es una prioridad, es ideal que le asignes un momento de tu día. Por ejemplo, si tienes una meta en específico es preferible trabajar en ella en tus primeras horas del día, de está forma te aseguras de que no importa que pase en tu día, ya habrás dado un paso hacia tu meta. Lo importante de integrar lo que te importa en tu día a día, es que empieces a vivir en tus prioridades, en lugar de dejar que se queden olvidadas. Al tener un tiempo específico para trabajar en tus objetivos y metas generas la constancia que te permite avanzar y tener resultados.
A lo que dedicas tu día, dedicas tu vida. Parece una idea muy obvia, sin embargo, muchas veces, la rutina y lo cotidiano se convierten en cosas totalmente ajenas a lo que queremos y en las que nos quedamos atrapados en actividades que no necesariamente nos llevan a nuestras metas o ni nos hacen tener la vida que queremos. Tu presente es el mejor momento para crear la vida que quieres, y es en las acciones diarias en las que puedes generar un cambio. Se trata de dejar de dedicar tus días a cosas externas o a las prioridades de otros y dedicar tu vida a eso que te importa a ti.
¿Qué actividad puedes integrar hoy a tu día para crear la vida que deseas?