Desde el inicio de la cuarentena hemos pasado días complicados, y sabemos que aun nos quedan muchos retos por superar en los siguientes meses. Para todos han sido días estresantes, ya sea por lo que implica estar en casa, por las preocupaciones económicas, por la enfermedad, o por la naturaleza del encierro. Cualquiera que sea la circunstancia que cada uno está viviendo, esta temporada ha sido un desafío, en mayor o menor grado, para nuestro bienestar emocional. Hemos pasado buenos y malos días, y nuestros niveles de estrés han crecido conforme pasa el tiempo. Al igual que las emociones, el estrés libera una serie de hormonas en nuestro cuerpo que en el largo plazo pueden dañar nuestra salud. Por ello hoy quiero compartirte algunas estrategias para manejar nuestro estrés.

Estar en tiempo presente
Nuestra mente tiene 4 tendencias principales: oscilar en el pasado y el futuro, exagerar las cosas, visualizar primero lo negativo y evitar a toda costa lo desconocido. Estás tendencias son parte de los mecanismos que tiene nuestro cerebro para la supervivencia. La necesidad de revisar el pasado para predecir el futuro, ver los riesgos o buscar la certeza de lo conocido, es su intento por mantenernos seguros. Sin embargo, en momentos de estrés estos mecanismos se exacerban y en vez de ayudarnos a lidiar con la situación, nos hacen sentir aun peor. Por eso en momentos de estrés es muy importante aprender a mantener a nuestra mente anclada en el presente, esto le permite enfocarse en aquello que puede resolver, lo que está sucediendo en el aquí y en el ahora. Para esto se pueden utilizar diferentes estrategias, por ejemplo, algún tipo de meditación, una práctica de mindfulness o ejercicios de respiración.
Respira, respira, respira
Así como a nuestra mente le gusta vagar en el pasado y el futuro, nuestro cuerpo es el mayor anclaje que tenemos al tiempo presente y la respiración es la mejor manera de conectarnos con él. La respiración nos permite generar una pausa en los momentos de estrés, nos da la posibilidad de decirle a nuestro cerebro que no hay una amenaza inminente, y puede liberarnos de un secuestro emocional. Cuando vivimos una situación que nos hace sentir una emoción muy fuerte, podemos pasar mucho tiempo con esa misma emoción y no logramos soltarla, por ejemplo, nos quedamos enojados o frustrados aun cuando la discusión ya pasó. Nuestro cerebro necesita algo que le diga que ya terminó el evento y que ya no tiene que mantenernos en ese estado emocional. Para eso nos puede servir la respiración. Existen diferentes técnicas de respiración que pueden ayudarnos a relajarnos o a sentirnos más energizados. La mas sencilla, y que puede ser muy útil para reducir una emoción, es la respiración a 4 tiempos, es decir inhalamos contando hasta cuatro y exhalamos en también en cuatro. Si necesitas una respiración aun más profunda puedes inhalar en cuatro, sostener el aire cuatro segundos y exhalar en cuatro. Esta respiración te ayudará a regresar a tu centro y a poder disminuir el estrés del momento.

Desconéctate
Vivimos en la era de la información y la tecnología, hemos visto a lo largo de estos meses lo mucho que nos permite hacer, pero también hemos visto lo mucho que puede llegar a desgastarnos. Si tu trabajo ha podido continuar a distancia te habrás dado cuenta de lo cansadas que pueden llegar a ser las videollamadas y lo agotador que puede ser pasar horas frente a una pantalla. La tecnología es una herramienta que nos permite hacer cosas increíbles, pero también es justo decir que puede llegar a ser estresante. Por ello una forma de mantener el estrés bajo control es darte el tiempo necesario para desconectarte. Es decir, darte un momento para ti que no implique la saturación de las redes sociales y en general de pantallas. Puedes utilizar este tiempo para lo que mi padre llama “terapia ocupacional”, es decir, dedícate a hacer algo para ti. Pinta, dibuja, escribe, lee un libro, teje, haz ejercicio, haz una manualidad, haz un pastel; cualquier cosa que te permita poner las manos en acción y relajarte mentalmente.
Aprender a manejar el estrés no es algo exclusivo de la cuarentena, es una habilidad que necesitamos constantemente en el mundo agitado que vivimos. El estrés es parte de nuestra realidad, la manera en que respondemos a él, nos ayudará a ser mucho más conscientes de como cuidamos de nosotros mismos y fortalece nuestra inteligencia emocional.
¿Cuáles han sido tus retos para manejar el estrés?
Gracias por leerme, hasta la próxima semana.