Han sido semanas complejas, creo que todos hemos tenido altas y bajas, días en que nos sentimos capaces de conquistar el mundo y días en que nuestro mayor logro es salir de la cama. Estamos en condiciones muy extraordinarias, sin embargo, la vida sigue y ciertos aspectos de ella nos siguen demandando un ritmo de trabajo “normal” que no siempre estamos en condiciones de seguir. Es importante recordar que no estamos trabajando en casa, no es un Home office; estamos confinados en casa intentando continuar con nuestro trabajo. Aun cuando tu actividad laborar ya implicara trabajar a distancia, las circunstancias son totalmente diferentes.
Consideremos que este encierro no es voluntario, no es un ritmo de vida normal, por lo que no podemos esperar que nuestro nivel de energía o de productividad no se vea afectado por las condiciones externas por las que estamos pasado. Por ello hoy quiero compartirte 3 estrategias de autocuidado para evitar sentirte abrumado.
Se honesto y realista de tus exigencias

Desde inicios de la contingencia hemos recibido mensajes del entorno, sobre todo en redes sociales, que nos piden ser productivos 24/7, que nos exigen tener niveles de actividad muy por encima incluso de nuestra normalidad. Seamos honestos y realistas con lo que nos exigimos, no caigamos en estándares imposibles y sobre todo estándares externos. Sólo tú sabes lo que eres capaz de hacer y lograr en estos momentos. Lo más relevante es que seas honesto contigo mismo y seas tú quien determines lo que es realmente posible en tus condiciones. Recuerda que esto puede variar de un día a otro por lo que no te sientas culpable si un día no lograste hacer tanto como te hubiera gustado. En días así te recomiendo centrarte en esas tres tareas claves que tienen que suceder sí o sí para que tu barco se mantenga a flote, lo demás puedes dejarlo para retomarlo al día siguiente.
Mantén una mentalidad resolutiva
Estos momentos han estado llenos de retos para todos, en mayor o menor medida cada día nos enfrentamos a situaciones que es muy probable que no tuviéramos previstas y que de alguna manera nos desgastan. Lo importante es mantenernos centrados en nuestra capacidad para resolver esos retos y no en los problemas en sí mismo. No se trata de negar nuestras emociones y no sentir el miedo, la tristeza o la irá que conllevan esos retos. Se trata de no quedarse estancados sólo en el problema. Marie Forleo, en su libro “Everything it’s figureoutable” explora la premisa de que todo tiene alguna manera de descifrarse o de resolverse. Esto no significa que no haya que hacer algo de trabajo duro o que no haya consecuencias, pero sí significa que podremos vernos en algún momento del otro lado de la dificultad. En lo personal repetirme la simple frase que da título al libro me ayuda a mantener esta mentalidad.
Progreso no perfección

En muchas ocasiones tendemos a querer hacer las cosas solo si las condiciones son perfectas o si podemos garantizar que el resultado será perfecto. El problema con esta aproximación es que normalmente nos lleva a la inacción y al sobre análisis. Lo importante no está en que todo esté impecable, sino en que seamos capaces de seguir avanzando. Es más relevante centrarse en el camino, en continuar andando aun cuando sean pasos muy pequeños, que querer ejecutar algo hasta que sea perfecto. En los momentos que estamos atravesando centrarnos en avanzar nos ayudara a no juzgar nuestros días con tanta dureza, no esperemos rutinas perfectas o productividad al 100, esperemos progreso. Que día a día sigamos andando hacia aquello que es importante para nosotros.
La realidad que estamos pasando nos plantea escenarios para los que muchos no estábamos preparados. Seamos muy conscientes de nosotros mismos, identifiquemos nuestros límites y nuestras emociones para diseñar nuestra actividad sin dejar de lado nuestro bienestar.
Muchas gracias por leerme, hasta la próxima semana.